Almuerzo... [Kuroi Mitsu]

Estaba muriéndome de los nervios, era mi primer día de clases, mi llegada no había pasado inadvertida por algunos, que me habían saludado con una sonrisa dándome la bienvenida, y yo, tanto mental como verbalmente, se los he agradecido.
Las clases no han sido muy complicadas, había tenido un buen tutor, igualmente, otros chicos muy amables me habían ayudado con lo que no comprendía. Después de un rato de clases el timbre del descanso sonó, tome mi maletín y fui hacia la cafetería, y aunque me termine confundiendo un par de veces, por fin llegue.
— Hasta que por fin—se quejo Yomi, que parecía que ya se estaba muriendo de hambre.
Por suerte, había traído mi bento de la casa, por lo cual no tenia que hacer la inmensa cola en la cafetería. Sin embargo, ahora quedaba la duda, ¿donde me siento?
Algunos chicos fueron amables conmigo, pero quizás solo fueron educados, no quería parecer una tonta sentándome con unos chicos que al final fueron amables pero no querían entablar amistad o algo así. Mire nerviosa por las mesas, buscando alguna que estuviera vacía, no quería parecer una solitaria o algo así, pero lo que pasara el día de hoy otro momento bien puedo recuperarlo.
Creí ver una mesa vacía y con velocidad me acerque, pero al ver no estaba vacía, sino que un chico de cabello negro y ojos ámbares la estaba ocupando. El chico tenia el aspecto de un lobo solitario, no me seria muy dificil imaginarlo con cola y orejas de un lobo, y por lo visto, no le importaba dar esa impresion. Deberia de irme de alli antes que le incomodara...
— Ne ne—le llamo Prike, mientras volaba hasta la mesa poniendose al frente del almuerzo del chico— ¿podemos sentarnos aquí?
— Sino es molestia—rectifique yo tratando de no parecer maleducada, se que Prike no era mala, pero agradecería que pensara un poco las cosas-o por lo menos, me consultara-de vez en cuando/

Mire curiosa al joven, seguía pareciendo el lobo solitario, pero me alegro que me dejara sentarme, parecía buena persona, simplemente sonreí mientras me sentaba diagonalmente a el, musitándole de manera un poco tímida "gracias".
—Jijijijiji—rei mi chara neko, aunque ella era como una niña pequeña asi que era normal que fuera muy risueña—me llamo Prike.
—Yo soy Yume, un gusto—se presento con total cortesía hacia el chara y el chico, yo sonreí un poco, sin duda alguna, las actitudes de ella eran las que menos me preocupaban.
—Yomi—mas que una presentación, sonó como un bufido, lo dijo simplemente sentada en mi hombro, aveces me preguntada si ella era asocial o solamente tímida.
Mis charas se me quedaron viendo un poco, yo me pregunte porque, hasta que me di cuenta que estaba siendo maleducada ya que aun no decia mi nombre.
—Esto...yo oy Kuroi Mitsu, un gusto—dije sencillamente tratando de enmendar mi error, mi dios tengo que estar mas pendiente en cualquier situación, aunque supongo que las presentaciones jamas serian lo mio.

Abrí la caja de mi bento mientras tras decir un leve "Itadakimasu" empece a comer, aww que hambre tenia, ademas no había podido disfrutar del todo el desayuno.
— Jejejeje arigatou— decía levemente sonrojada Prike moviéndose de un lado a otro con su sonrojo, con sus orejitas de gato bastante inquietas de la emoción, rara vez se topaban con chicos amables.
— Hmp—Yomi, de manera totalmente diferente a Prike, solamente soltó un bufido molesto mientras volteaba hacia otro lado, ella aunque de vez en cuando fuera intelectual, no le agradaba mucho la gente refinada, sencillamente ese no era su estilo.
— Perdónalas, es que son...bueno, una es introvertida y la otra extrovertida—tenia una gota en la nuca al decir eso, disculpándose por la actitud de sus hermanas, que tanto Yomi como Prike no se inmutaron con el comentario de la mayor.
Yo con una gotita en la nuca sonreí, estaba mas que acostumbrada a la loca actitud de ellas, a veces me preguntaba como era posible que en ciertas forma fueran hermanas, ya que cada era diferente de la anterior, que la única conexión que tenían era el ser mis charas. No tarde en oír la pregunta de Kuroneko-san.
— Si, soy una guardiana—le conteste con claridad mientras seguía disfrutando de mi bento— ¿y tu? ¿también eres un guardián?—pregunte hacinado que lo fuera, estaba muy perdida al respecto de mis compañeros, sin contar el hecho de que no sabia del todo como iría a hacer de ahora en adelante, y la verdad me gustaría que alguien me pudiera ayudar en ese aspecto.