Llegada a una nueva ciudad[libre]

por **Mia.** Jue Dic 29, 2011 3:41 pm

Sus orbes miraban fascinados aquel hermoso espectáculo que le brindaba Tokio en la noche, más precisamente Shibuya. Las luces de los locales, la grandísima cantidad de gente caminando por las calles y las decoraciones navideñas que hacian el ambiente aún más mágico del que ya era, hacia que aquel vuelo tan largo que habían hecho hasta aqui valiera la pena.

Llevaba sus dos maletas bien agarradas de su mano y un vestido blanco que resaltaba aún más su clara piel. Si sus ojos fueran rojos, sin duda podía confundirsela con una vampireza, gracias a su blanca tez y su inconfundible belleza.
-Mia debemos ir hacia Easter, no podemos desviarnos-la regañaba su chara, idéntica a ella, mientras se posaba en su hombro.
-¿No crees que es hermosa esta ciudad Daira?-le preguntó mostrando una amplia sonrisa-Esto sin duda no ves en Francia-dijo alegremente ampliando aún más su sonrisa hasta que frunció el ceño y aquella radiante sonrisa rápidamente se convertía en una amarga y triste-estoy segura que a Andrew le hubiese gustado.-murmuró dolida. Su chara se apuró a volver a dibujarle la sonrisa haciendole cosquillas, cosa que funcionó y por un momento...logró que se olvidará por un rato de sus preocupaciones.
-Eres tan problemática...¿Y bien?¿A dónde quieres ir?-inquirió Daira cruzándose de brazos y mirando sin interés las muchas vidrieras.
-Que tal si comenzamos por ir a esos famosos karaok...-se chocó con una persona,no llegó a ver quién era ya que cayó de espaldas al suelo. Esto me pasa por ir así de despistada~pensó mientras de a poco se incorporaba-Disculpa...¿Te encuentras bien?

por **Elizabetha Gozen** Sáb Feb 04, 2012 8:48 pm

El trabajo que le había confiado su padre era demasiado, acercarse a los guardianes, llevaba dos días en Shibuya y era incapaz de encontrar a un mísero guardián. El estrés la estaba dominando por mas que sus charas la intentaran animar era prácticamente imposible, se encontraba con unos humores que ni su mismo padre era capaz de soportar.

-Elizabetha ya deja de ser así!- Gritaba enojada la pequeña chara rosada que volaba frente a ella. -Tu sabes que cuando te estresas... NADIE TE SOPORTA!- Grito mas fuerte lo ultimo para ver si su compañera era capas de reaccionar ante sus palabras pero realmente no hacían nada mas que tensarla un poco mas.

-MewMew deja de gritar de seguro así ayudas menos- Decía la menor de las tres charas, la pequeña diablilla había sido presente de como Elizabetha tenia que cumplir orden tras orden de su padre sin poder negarse a ninguna orden y mucho menos poder realizar una travesura entre sus tiempos libres.

-Elizabetha deberíamos ir por un bocadillo que dices? De seguro así podrás relajare mas y podrás cumplir tu agenda mañana- La pelirroja contaba con que si pasaban por un pequeño postre el azúcar le ayudaría, pero ahora lo único que la humana deseaba era ir a dormir.

-No quisiera negarme.. pero se me haría tarde denuedo y no podr...-No fue capaz de terminar lo que decía, ya que en menos de lo que hubiera podido contar estaba en el suelo. -Auch.. eso duele- Decía mientras se ponía de pie sacudiendo el saco azul que portaba en esos momentos.

-Disculpa...¿Te encuentras bien?

-Perdona, no era mi intención.- Decía preocupada mientras revisaba el bolsillo donde viajaba su cuarto chara, que aun dormía en su huevo sin tomar encuenta lo que pasaba por su alrededor. La carcajada que soltó Everu fue lo que hizo que quitara su mirada del huevo para poner atención a su entorno de nuevo.

-Menos mal que la pequeña sigue completa- Decía la diablilla aun controlando su risa, le fascinaban las cosas malas que pasaban sin ser previstas.

-Lamento mucho haber chocado contigo, iba distraída- Decía mostrando una sonrisa que cubría su rostro. -Mi nombre es Elizabetha, un placer- Decía mirando a la joven que si bien era un poco mas alta que ella por unos escasos dos centímetros.

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