【Libre】Kiss The Sky~♥

por **Kiyama Midori** Jue Mayo 17, 2012 7:27 pm

Había pasado un tiempo desde que no hacía aquello. ‘Papá al fin después de tanto’ una sonrisa muy pequeña se había dibujado en sus pálidas facciones. El cielo nocturno era realmente precioso y realmente calmado, esto la llenaba de júbilo, calmándola completamente al punto de tirarse en el suave y verde pasto. Aquella noche iba a ser sumamente especial. La acompañaban Sayumi y la pequeña Mariko; era una tradición ver las estrellas cada noche de su cumpleaños. Ahora ya no se encontraba con sus padres y, aun así, estaba feliz. ‘¿Están conmigo, no?’

A su lado una pequeña bolsa con diferentes golosinas, de distintos sabores y colores; formas y texturas; marcas y demás. Por lo tanto las tres se encontraban tremendamente dichosas. La pelirroja se sentó de un momento a otro cogiendo una bolsa de frituras, pasando rápidamente el primer bocado a su chara nacida primero; Sayumi. Después a la monosílaba de Mariko. Ellas eran muy serias pero a Midori no le importaba mucho, su compañía le causaba un gran sentimiento de calidez que no podía ignorar. Las amaba de cualquier manera. – ¡Nya! Que deliciosos Kiya – soltó la de cabellos rubios dibujando una lunática sonrisa en su rostro; la de orbes verdes asintió para luego probar la fritura - ¡Realmente delicioso! – exclamo con un diminuto sonrojo sobre sus mejillas.

De repente, la muchacha alcanzó a divisar como la peli azul señalaba con monotonía el cielo nocturno. No pregunto solo giró la mirada hacia ese lugar, una pequeña estrella fugaz pasaba por el lugar. Midori puso sus delicadas y blancas manos en rezo, empezando a pedir alguna clase extraña de deseo. ‘Terminar con Easter’ para eso faltaba mucho, suspiró siguiendo con su comida poco saludable. – Feliz Cumpleaños Kiya – ambas charas la felicitaron; por fin conseguía poseer sus dieciséis completamente y se encontraba lo suficiente segura de seguir adelante. La venganza era su meta a seguir, sin embargo temía como cualquier otra persona y cometer un error que no se pudiera reparar. Bajo la mirada con un suspiro antes de tirarse nuevamente en el pasto.