Disfrutando de la hora de descanzo (libre)

La academia era algo que no soportaba y más a esos múltiples profesores que te decían que hacer en cualquier momento. "Compórtate bien", "siéntate de manera correcta", "no hagas explotar el laboratorio". Y muchas cosas de aquellas, y por si acaso ahora un maestro había preguntado por mi en la sala de profesores. Caminé por los pasillos tratando de evitar miradas de algunos de mis compañeros, era nueva y mi acento francés al parecer era algo no muy común por estos alrededores. Llegué a mi destino y todo para que una "linda" profesora me diera unos papeles a entregar a todos los alumnos, iba a preguntar porque no se lo daba al presidente del consejo estudiantil pero seguramente se iban a enojar y no necesitaba, ni quería problemas a solo una semana de mi llegada. Casi había terminado solo me faltaba una hoja por entregar "Hirai Shana", pregunté a uno de sus compañeros y me dijeron que la habían visto salir al campus, agradecí y fui caminando a donde se encontraba esa chica, en verdad fue difícil de encontrar. En un instante ya que había salido al campus Sora salió de su huevo bastante contenta mientras movía sus pequeños brazos y piernas.

Zaku-chan! Huelo a charas!
Dijo alegremente, mientras se dirigía en compañía de Kanae hacía un árbol de cerezo, a lo que yo las seguí sin dudar. Al llegar ahí encontré a una joven que al parecer era la persona a la que estaba buscando, con una sonrisa le entregué la hoja, aunque la verdad pareciera como si no me prestara mucha atención debido a su concentración en el libro, el cual, su portada se me hizo familiar.

Disculpa, ese libro... ¿Me podrías recordar su nombre?
Atine a decir, mientras Kanae miraba atenta a las dos charas de la chica, seguramente se sentía algo incomoda, aunque Sora por todo lo contrario ya estaba abrazándolas.

Escuché a sus palabras, mientras acomodaba mi cabello. El nombre del libro me sorprendió un poco. Miré a mis charas y se encontraban jugando, Sora con una cara de felicidad y Kanae enojada por los juegos de la pequeña rubia. Dirigí mi vista de nuevo hacía Shana-chan y ahora que lo recordaba no me había presentado. Pero la escena que sus charas daban era bastante cómica . Recordé los momentos en los que Sora y Kanae se llevaban de esa manera, pero por suerte unas cuantas amenazas surtieron efecto en sus comportamientos.

Suzuki Zakuro, un placer
Mencioné con una cálida mirada mientras que la comisura de mis labios se acomodaban para formar una leve sonrisa. Mis charas por su parte se sentaron en mis hombros, Sora dejo caer todo su peso en mi hombro izquierdo por lo cual mi rostro hizo un leve gesto de dolor.

Yo soy Sora! Kanae... Es un verdadero gusto conocerlas!
Comentaron ambas. Aunque notoriamente la mas arisca era la pequeña albina, ya que, siempre desconfía de las personas a primera vista. Con una mirada de cariño Sora se acerco a ambas charas de la joven y las abrazo, después siguió con su dueña. Kanae, por su parte, prefirió solo observar con una mirada pésima que no indicaba más que su mal humor, que se le iba a hacer, así es ella.

Ese libro es de la misma autora de La dama del antifaz ¿Me equivoco?
Dije con un gesto tímido e inclinando un poco más mi cabeza dándole aun mas ternura a aquel gesto. Mi vista se volvió a la portada del libro que sostenía en sus delicadas manos, mientras buscaba en ella el nombre de la autora.