Paseando por los recuerdos (colectivo)

Hubiera preferido ir de compras o algún lugar en el que tuviera algo de paz, a pesar que esta ciudad era como hogar la culpabilidad que sintió cuando todo acabo, cuando ella sin saberlo destruyo la academia Seiyo, ahora contra su voluntad volvió a estar en Easter, todo por Gozen y esa nuevo asqueroso grupo X, aunque no quisiera tenía que trabajar para ellos.
-Que molesto...-Susurro mientras se acomodaba la remera que tenía puesta, no se podía decir muy bien que decía, solo se podía ver el color violeta que había en su remera, aunque esto mostraba su gran cambio, sus vaqueros no ayudaban tanto ya que eran apegados a sus piernas.
-Por supuesto que es molesto Utau.-Dijo Iru con las manos atrás de su cabeza volando tranquilamente al lado de su dueña, mientras que Eru solo miraba con melancolía a Utau, en cambio XDia se mantenía al margen de la situación viendo a su dueña con cierta curiosidad pero sus ojos opacos no dejaban que sea la curiosidad que tenía.
En el camino Utau se mantenía sumida en sus pensamientos mientras que Iru molestaba a Eru como siempre, en cambio para la sorpresa de las tres la que rompió el silencio fue XDia.
-¿No es Rima la que camina por allí?-Por supuesto que lo dijo en tono frío, pero no tardaron en mirar a la pequeña muñeca, Utau solo levanto una ceja observando con curiosidad a la Doll, pero la que no tardo en ir hacia ella fue Eru saludando a Kusu Kusu con la mano y una sonrisa.

Kuroi tomo una gran bocanada de aire y que no tardaba en soltar, mientras veía el glorioso cielo azul de Japón, por obvias razones igual que el de Estados Unidos, y aun así, no pudo evitar verlo y sonreír recordando su bello hogar.
Yume, solamente sonrió con dulzura al ver así a su dueña, los primeros años que estuvo con ella no fueron los mas felices en un principio, era lindo poder ver a su dueña por fin sonreír.
—Bueno, ya basta de distracciones—se detuvo en el acto de caminata mientras sus charas de manera brusca se detenian en el acto—es bonito volver, pero ya llevo unos días disfrutando, tengo que buscar a alguno de los guardianes de Seiyo para saber poder formar parte de la nueva generación— decía mientras de su bolso sacaba un folleto donde le hablaban de los últimos guardianes antes de que la escuela se destruyera.
Prike, curiosa cual gata, se pone en la cabeza de Kuroi viendo las fotos y los nombres de los guardianes, y con animosidad, se puso haber alrededor por si veía uno-aunque era poco probable, ella era como una niña pequeña-y de casualidad, distinguio una cabellera rubia que era parecida a la de una foto.
—Ne ne Kuroi, ¿ella no es una de las reinas?—dijo apuntando hacia la cabellera. Kuroi y el resto de las charas volteo hacia donde apuntaba Prike, y al ver, efectivamente, ella si era una de las guardianes, y probablemente, su nueva sensei.

Había pasado mucho tiempo y las cosas seguían iguales, los enfrentamientos con la nueva líder eran peligrosos pero nos daban información, me sentí fatal al descubrir la muerte de aquella rubia que había deseado ayudarme, pero no era tiempo de andar de caras largas, me puse una chaqueta y había recibido un mensaje en mi teléfono, avisándome que en cierta calle me encontraría con un nuevo miembro, eso me logro poner una sonrisa en el rostro, decidí levantar a temari
-Nee, Temari-san, es hora de despertar -le decía a la vez que sacudia su huevo ligeramente, ella solo salio, bostezo y comenzó a flotar a mi lado
-Que sucede?-me preguntaba ella, a la vez que corria por los pasillos para salir de la mansion-Las cosas mejoran de a poco-solo le dije mientras corria por la calle en direccion hacia alla...
Al estar cerca comenzo a caminar, logro divisar a una peliceleste, pensando que seria ella, me le aceruqe por detras y le toque el hombre
-Tu eres...Kuroi-san no?

Caminaba normal mientras me calmada, como bien dicen, lo hecho hecho esta, por mas que lo desee, no podre corregir lo que paso en ese momento, al menos podría volver a ver a mis amigos nuevamente
—¡Jijiji Hola Eru!—no fue hasta que Kusu Kusu hablo, que note que había alguien mas acompañándonos.
Me voltee a ver, y ahí estaba Utau, con Iru y DiaX a su lado. No hice nada, no estaba segura de que hacer, por un tiempo fue nuestra amiga, pero luego nos traiciono por Easter, y sin importar los buenos recuerdos, ella fue la que hizo que me separara de mis amigos. Igualmente, no es que hubiéramos sido demasiado cercanas como para saludarnos como buenas amigas.

La rubia seguía encerrada en sus pensamientos, no podía creer que todos la culparon por algo que ella jamas quiso hacer, aunque se lo pensará, recapacitara, intentara saber mas de ese error suyo, nada pasaría... Después de todo ni su "novio" había querido escucharla o hacerle caso alguno... Todo era una real mentira y el dolor que tenía ella era mas grande que nunca... Odiaba a todos, a cada uno de Easter, excepto a su hermano y su manager, después de todo fueron los únicos que se quedaron a su lado...
-¡Hola KusuKusu!.-La voz de su chara la saco de sus pensamientos observando a la dollz que se dio la vuelta observando con su típica frialdad, solo pudo verla sin ningún sentimiento con cierta dolor pero bien escondido, después de todo las clases de actuación tenían que servir para algo.
Mientras Eru saludaba a KusuKusu con toda la tranquilidad del mundo, tanto Iru como XDia se quedaron al lado de su dueña fieles a esto, hasta que de un momento a otro, la cantante pudo sentir como tiraban de su pelo, no pudo evitar ver de forma molesta a la causante de esto, que por supuesto era la diablilla.
-Se ve que hoy es la junta de los guardianes.-Con curiosidad ella observo lo que señalaba su chara y efectivamente justo al frente se encontraba la Reina y una de las nuevas reclutas.
-Que comedia...-Observo de nuevo a la dollz, aunque su mirada acabo en la payasita.-¿No crees comediante?

Consulte nuevamente mi folleto, mientras veía en dirección a la rubia, si se parecía, lastimosamente, las fotos eran de antes de la destrucción de la academia, así que no podía asegurar que fuera de verdad ella. Y lo ultimo que quería hacer en mis primeros días en Japón, era el equivocarme y llamar a alguien "sensei" por error.
Sin embargo, oí una voz cordial y refinada llamándome, me voltee inmediatamente, era una chica de cabellos violetas y ojos acaramelados, llevaba una cola alta y su piel trigueña me hacían verla de forma familiar, aunque no tarde en recordar quien era. Ella era Nadeshiko Fujisaki, cuando cambiaba al canal japones en estados unidos muchas veces la vi en presentaciones, ¿pero por que me conocía?
Luego me fije que a su lado una figura pequeña, una chara de cabello magenta y ojos morados, traía un bonito kimono blanco con rosado.
Un momento...me fije discretamente en el folleto, cuando vi el nombre de la primera reina...¡¿Fujisaki Nadeshiko?! ¡de ahí era que conocía mi nombre! Demonios, y yo aquí parada como idiota.
—Bue-¡Buenos días Fujisaki-sensei!—dije nerviosa mientras hacia una reverencia ante ella, no solo era mi maestra, sino también una bailarina mundialmente reconocida-a diferencia mía que era una cantante solo conocida en Norteamérica-y miembro de una de las mas prestigiosas familias japonesas-nuevamente, diferenciada de mi que soy clase media-.
— Un gusto—se inclino Yume siendo mas controlada que yo, quizás fue por esa calma que me ha ayudado a serenarme en los chara change, de no ser porque ella lo notaria, le pediría que lo hiciera.
— Holaaa~—saludo como una niña Prike, moviendo rápidamente su brazo y saludando de lo mas contenta sobre mi cabeza, le encantaba estar ahí. Yomi solamente se quedo volando con su fría mirada, como si no supiera que ellas estaban ahí, aww que pena con ella y Prike.